El desarrollo artístico y su influencia en el proceso emocional de niñez y adolescencia en casas de acogida de Guayaquil, 2020
Artistic development and its influence on the emotional process of childhood and adolescence in shelter homes in Guayaquil, 2020
Helen GARCÍA ANCHUNDIA [1]
Investigadora Independiente
https://orcid.org/0000-0001-5753-4490
correo: 12helengarcia2013@gmail.com
Andrés GALARZA SCHOENFELD [2]
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabi
https://orcid.org/0000-0002-3093-7991
correo: andres.galarza@uleam.edu.ec
Resumen
El presente estudio investigativo tiene como objetivo determinar la influencia del desarrollo artístico en el proceso emocional de la niñez y adolescencia en Casas de Acogida de Guayaquil durante el año 2020. Con base en actividades artísticas focalizadas en Niños, Niñas y Adolescentes (NNA), el cumplimiento de normas técnicas, el impuso a la creatividad y expresión artística para desarrollar el proceso emocional, mediante la continuidad de proyectos de la niñez y adolescencia, facilitando el pensamiento para incrementar la concentración, controlar las conductas impulsivas y mejorar el rendimiento en situaciones estresantes. La aplicación de proyectos y programas para mejorar la calidad del servicio que impulse el proceso emocional, mediante actividades artísticas que benefician a los NNA, les permiten superar una crisis emocional traducida en una experiencia natural de plenitud manteniendo una sensación interna de seguridad y confianza. Se aplicó una metodología de diseño no experimental de tipo transversal, tanto descriptivo como correlacional, con un enfoque tanto cualitativo y cuantitativo para obtener datos generales con base en la aplicación de una encuesta, entrevistas y observación de las actividades que realizan los NNA. Se llega a la conclusión de que los NNA asistentes a programas de desarrollo artístico presentan una mejoría sobre su desarrollo emocional, el mismo que les permite un ambiente más empático de trabajo, gracias a la estimulación constante de la creatividad, mediante la calidad de servicios que se vinculan a los proyectos aplicados internamente en las Casas de Acogida de Guayaquil. |
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Abstract |
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The present research study aims to determine the influence of artistic development on the emotional process of childhood and adolescence in Shelter Homes in Guayaquil during the year 2020. Based on artistic activities focused on Boys, Girls and Adolescents (NNA), compliance with technical standards, he imposed creativity and artistic expression to develop the emotional process, through the continuity of childhood and adolescence projects, facilitating thought to increase concentration, control impulsive behaviors and improve performance in stressful situations. The application of projects and programs to improve the quality of service that promote the emotional process, through artistic activities that benefit children, allow them to overcome an emotional crisis translated into a natural experience of fulfillment while maintaining an internal sense of security and confidence. A non-experimental design methodology of a cross-sectional type was applied, both descriptive and correlational, with a qualitative and quantitative approach to obtain general data based on the application of a survey, interviews and observation of the activities carried out by the children and adolescents. It is concluded that children attending artistic development programs show an improvement in their emotional development, which allows them a more empathetic work environment, thanks to the constant stimulation of creativity, through the quality of services that They are linked to the projects applied internally in the Shelters of Guayaquil. |
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Palabras clave: |
Actividades artísticas, desarrollo emocional, social, vivencial, derechos de los niños, niñas y adolescentes. |
Introducción
Es importante reconocer que, en América Latina, según Pino (2014) a través de la vida cultural y de las artes, los niños, niñas y adolescentes expresan su identidad específica y el sentido que dan a su existencia y configuran una visión del mundo que representa su encuentro con su personalidad, en su tarea de articular, coordinar y desarrollar actitudes positivas, emotivas y sociales.
Los países de la región promueven en diferente medida el desarrollo artístico en este grupo poblacional. Una de las causas que limita la práctica de actividades artísticas por parte de los niños y adolescentes, según afirmación de Alonso (2019), es que en varios países existe una falta de inversión en oportunidades culturales y artísticas para los niños, niñas y adolescentes donde su desarrollo se ve restringido, en muchos casos, por una serie de factores que incluyen la falta de apoyo, el costo del acceso; la falta de transporte; el hecho de que numerosas exposiciones, juegos y actividades se centren en los adultos; y la falta de participación de los niños y niñas en la definición del contenido, el diseño, el lugar y la forma de las actividades artísticas que deben realizar.
Se logra conocer que en Ecuador en un estudio presentado por Trujillo (2014), donde refiere que el derecho de los niños a participar libremente en la vida cultural y las artes, exige que los Estados respeten el acceso de los niños y las niñas a esas actividades, teniendo libertad de elegirlas, practicarlas, y se abstengan de inmiscuirse en ello, salvo por la obligación de asegurar la protección del niño, amparado en leyes como la Convención de los Derechos del Niño-Naciones Unidas, la Constitución de la República de Ecuador, el Código de la Niñez y Adolescencia y normativas técnicas de protección presentadas por el Ministerio de Inclusión Económica y Social.
Se toma como antecedente un estudio titulado “El arte como vehículo para la educación emocional. Una propuesta de intervención”, cuyo autor Uñó (2016), afirma que “a través del arte se han atendido otros contenidos tales como la empatía, la tolerancia, la cohesión de grupo, la autoestima, la disponibilidad, la cooperación, la comunicación o el respeto a la diversidad” (p. 34).
Este estudio justifica su importancia, debido a que el desarrollo artístico se articula y se disfruta en diversos lugares a través de la danza, los festivales, las ceremonias, los ritos y el teatro, donde es necesario incorporar normas técnicas, cumplimientos de reglas y desarrollo de programas que generen parámetros metodológicos de acción, que son obligatorios, garantizando a que los niños, niñas y adolescentes, permitan desarrollar sus procesos emocionales.
Es necesario comprender que, en las Casas de Acogida, se deben potenciar las habilidades emocionales con un enfoque indiferenciado y el enfoque tutelar de la infancia, que están presentes muchas veces en la forma de actuar con niñas, niños y adolescentes, incentivando sus actividades artísticas y haciéndoles partícipes del desarrollo y organización de los programas que se ofrecen.
Al efectuar este estudio se contó con la ayuda y contribución de autoridades de las Casas de Acogida de Guayaquil mediante el acceso a información sobre cómo se va a lleva a cabo la norma técnica, el cumplimiento de reglas y el desarrollo de programas que contribuyen en la calidad de servicios, progreso emocional y continuidad de proyectos de la niñez y adolescencia, contribuyendo con datos significativos para el desarrollo de esta investigación.
El objetivo permite, determinar la influencia del desarrollo artístico en el proceso emocional de la niñez y adolescencia en Casas de Acogida de Guayaquil, 2020. Al mismo tiempo se establecen los objetivos específicos que permiten conocer las actividades artísticas que se emplean en las casas de acogida para contribuir al progreso emocional, de igual modo evidenciar la calidad del servicio que brindan las casas de acogida dentro de las actividades artísticas y, por último, verificar los procesos de intervención del Trabajador Social en las actividades artísticas que fomentan el progreso emocional y la continuidad de proyectos.
Se logra concurrir a la creación de la interrogante ¿Cómo el desarrollo artístico influye en el proceso emocional de la niñez y adolescencia en Casas de Acogida de Guayaquil, 2020?
Revisión Literaria
En cuanto al desarrollo artístico, según Ayala y Fernández (2020), el aprendizaje de las diversas formas artísticas fortalece las capacidades cognitivas esenciales, tales como razonamiento condicionado, ordenamiento mental para la solución a través pensamiento creativo de problemas cotidianos de interés mediato.
Es importante citar a Descartes, quien consideró “la emoción como algo que debía estar subyugado a la razón”. Esta idea se perpetuó hasta el siglo pasado, reflejada en gran medida en la psicología, pero a pesar de las más diversas interpretaciones, el estudio de la emoción transcendió las épocas y hoy es respetado en el mundo científico.
Goleman (2003), quien investiga las reacciones del condicionamiento emocional a través de los procesos en medios artísticos, fundamenta sus criterios principales en reafirmar que es necesario desarrollar actividades artísticas que permitan mejorar los procesos de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes.
Un estudio efectuado por Moreno et. al. (2021), expresa que entorno a las emociones los niños y adolescentes pueden presentar una fragilidad y vulnerabilidad, a situaciones de desventaja social y, en consecuencia, su desarrollo personal se ve afectado, lo que se refleja en su bajo auto concepto, irritabilidad, relaciones sociales inadecuadas, conductas de riesgo, etc.
Es de reconocer que uno de los primeros expositores de la inteligencia emocional fue Howard Gardner (1990), quien propuso “las inteligencias múltiples, en las cuales destaca que el ser humano no solo posee capacidades lógicas y comunicativas, sino que también posee capacidades sociales y personales” (p. 67), es de allí donde parte la mirada hacia la capacidad emocional, la cual está adherida a los demás procesos.
La actividad artística, a su vez, afirma Ramos (2020), es una herramienta que nos ofrece la transmisión de emociones por medio de las imágenes, pero ¿cómo podemos lograr darles un significado? Esta respuesta parte de cómo asimilamos y le damos un sentido y un reconocimiento sensible a lo vivido, es la forma en que interpretamos y asimilamos lo real.
De igual modo, las actividades artísticas desarrollan aspectos como los sentimientos, que son también otro proceso de dotación de significados, determinados por los proyectos, las necesidades y los deseos de cada individuo.
Tessa Daley nos dice: “Simbolizar sentimientos y experiencias a través de imágenes puede constituir un medio de expresión y de comunicación más poderoso que la descripción verbal, y al mismo tiempo, es capaz de hacer que tales sentimientos y experiencias se vuelvan menos amenazadores”, (p. 72)
Muchas veces, la capacidad de distanciarnos de las cosas concretas y guiarnos por lo abstracto y lo posible, nos ofrece recorrer y descubrir nuevas formas para construir nuestra existencia.
Ahora bien, en cuanto al desarrollo de las actividades artísticas como estrategia para el fortalecimiento del proceso de autorregulación, establece Linaza y Sardá (2018) que "Es imprescindible que la escuela incluya y desarrolle prácticas creativas a partir de situaciones que activen la imaginación del niño y le permitan ejercer su capacidad de invención y enriquecer sus formas de expresión", (p. 24)
Además, Mamani (2017), afirma que el arte es un medio idóneo para la expresión y el reconocimiento de la propia personalidad; una de las principales razones por las que se considera al arte como un medio idóneo para la expresión y el reconocimiento de la propia personalidad, permitiendo a los niños y adolescentes expresar de diferentes formas los sentimientos y pensamientos que tienen en cada momento.
Por tanto, el arte es una forma ideal de expresión de los mismos, así como de ideas, estados de ánimo y modos de ver el mundo. Se tiene la certeza de que el arte estimula su pensamiento creativo, fomenta la tolerancia, la empatía, el afecto, etc. Asimismo, el arte favorece el autocontrol de las emociones, pues facilita la relajación y descarga de tensiones.
No obstante, con las expresiones artísticas se trabaja la concentración, el respeto y el trabajo en equipo, valores que se consideran imprescindibles, puesto que favorecen el conocimiento y tratamiento individual de los niños, niñas y adolescentes, así como el propio conocimiento de estos entre sí y el desarrollo de vínculos afectivos.
Benavidez (2017), desde una perspectiva mediática y analítica, considera que “las emociones pueden tener un grado alineado a sus vivencias, donde el empoderamiento de los niños, niñas y adolescentes, puede desarrollarse con sus diversas fortalezas y capacidades, evidenciando también cómo paulatinamente fueron transformando sus pensamientos al realizar actividades constructivas”, (p. 88).
Es necesario comprender que mediante las actividades artísticas se desarrollan habilidades que están dirigidas a la retroalimentación de los avances y del cumplimiento de cada compromiso, analizando si lo lograron o si se les dificultó; si deseaban continuaban con el desarrollo de las actividades artísticas, o si deseaban cambiar por otra actividad en la cual se sientan de una u otra manera más a gusto.
Hernández (2018), comenta que, “si se dispone de unas buenas habilidades emocionales, los niños o adolescentes pueden ser capaces de manejar las emociones que les inquietan, de tal modo que pueden sentir empatía o tener relaciones estrechas”, (p. 56).
El desarrollo de las emociones en la vida de las personas, debe perpetrarse y conservarse mediante el autoconocimiento. La capacidad para comprender y expresar las emociones, el autocontrol, desarrolla la habilidad para ser capaces de dar una respuesta saludable, efectiva a determinadas emociones, por último, desarrolla la conciencia social, como la habilidad para ponernos en el lugar del otro y para entender y respetar las diferencias.
Es decir, no se está hablando de inhibir una emoción, sino de ser capaces de controlar el comportamiento derivado de ella. Una vez que entendemos las emociones impactan en nuestro comportamiento, es el momento de desarrollar estrategias para canalizar las emociones fuertes.
En cuanto a las casas de acogida, los respectivos roles, actividades, proyectos artísticos que realizan con los niños, niñas y adolescentes, permiten incrementar “la confianza y la competencia de los internos, su capacidad para involucrarse en el plan de actividades y su predisposición para tener una buena capacidad de gestión grupal, de modo tal que las actividades se centren en el comportamiento apropiado” (Velasco & Isidro, 2019), estos son factores decisivos para contar con un buen ambiente social y vivencial.
Desarrollar un ambiente creativo y atractivo para los sujetos de derecho, es uno de los aspectos más positivos de las casas de acogida. Por lo general, los factores sociales, físicos, psicológicos o culturales involucrados en un entorno de aprendizaje, afectan profundamente las capacidades de aprendizaje de los niños, niñas y adolescentes.
La calidad del servicio que brindan las casas de acogida se encuentra enfocada en el desarrollo humano, es decir en las capacidades necesarias para alcanzar una vida digna ya sean: físicas, emocionales, cognitivas, intelectuales y relacionales. Ante ello expresa Mesa (2017) que, entre las garantías para ejercer un mejor desarrollo social, vivencial, cultural y emocional, se debe efectuar la creación de entornos seguros donde se desenvuelve la vida humana y la participación activa de los ciudadanos en la definición de sus propias metas y objetivos políticos, económicos y culturales, en consonancia con los derechos fundamentales.
En consecuencia, es importante utilizar el desarrollo de proyectos que potencien las expresiones artísticas como una estrategia que fomente el estado emocional de los sujetos de derecho, en colaboración con las autoridades, asistentes y la comunidad en general.
Moreira (2018), expresa que el Trabajo Social se caracteriza por brindar una fuente de apoyo que intenta crear un proceso del autodesarrollo en las personas, grupos y comunidades, para que mediante la acción y participación voluntaria en condiciones sociales adecuadas, aporten al cambio social y se adapten de manera eficaz a los cambios constantes de la sociedad, logrando todo esto a través métodos y estrategias que permitan detectar, actuar y mitigar las posibles problemáticas que se pudieran presentar entre un sujeto y su entorno.
El Trabajo Social ayuda a desarrollar las habilidades y destrezas de las personas que conforman una agrupación, podrá mediante técnicas grupales facilitar la comunicación de los mismos, de la tal manera que logrará incrementar su capacidad de interactuar con los demás, de mejorar su creatividad, de potencializar sus relaciones interpersonales como seres responsables y honorables, con la finalidad de lograr en cada miembro del grupo un pleno desarrollo integral.
El modelo clásico del Trabajo Social con y para la infancia en América Latina debe estar enmarcado en lo que se ha denominado, "familia y minoridad". Esta expresión y la idea que subyace en ella, reflejan una concepción y una práctica conforme con la cual los problemas de la infancia no se pueden tratar desvinculados de los de la familia.
En este punto, dentro del trabajo social existe un acuerdo bastante generalizado, en el sentido de que el mayor modo de asegurar el bienestar del niño es potenciar el trabajo con la familia, ámbito natural para la infancia. Según esta idea, transformada en un principio operativo, se ha ido modificando el modo de trabajar con la infancia abandonada.
El diseño de las políticas públicas en favor de la infancia, incluidas las políticas fiscal y presupuestaria, se fundamenta en una prioridad esencialmente moral, porque es responsabilidad de la generación presente la generación futura; pero es también responsabilidad pública, prioritariamente del Estado, pero con la participación de la sociedad civil y el apoyo del sector privado.
Es claro entonces que el financiamiento del sector social depende básicamente de la decisión política, acompañada de la gestión y disponibilidad de recursos.
Ante situaciones de restricción extrema de recursos, se puede y se debe privilegiar el financiamiento encaminado al bienestar de la infancia y la adolescencia, respetando el principio del interés superior del niño contenido en la Convención sobre los Derechos del Niño.
MATERIALES Y MÉTODOS
a) Diseño metodológico.
El proceso de investigación -acción realizado, tuvo un enfoque de investigación mixto, aplicado a niños, niñas y adolescentes que se encuentran en acogimiento institucional bajo medida de protección, al encontrarse en situación de vulnerabilidad.
El tipo de investigación fue transversal, tanto descriptivo como correlacional, debido a que se trabajó sobre realidades tangibles, permitiendo descubrir algunas características fundamentales mediante la aplicación de las variables del estudio, que permitieron evaluar la relación de las mismas de manera deductiva, analizando desde lo macro a lo micro.
b) Participantes de la Investigación
Se tomó a consideración el total de la población que es de 80 niños, niñas y adolescentes, más 6 Trabajadoras Sociales que laboran en las Casas de Acogida en la ciudad de Guayaquil.
c) Área de estudio.
Este estudio fue aplicado en las Casas de Acogida en la ciudad de Guayaquil.
d) Técnicas empleadas.
Se utilizó la técnica de observación, que permitió recolectar información de manera directa dentro de las actividades artísticas que realizan los niños, niñas y adolescentes, además del cuestionario que permitió conocer aspectos importantes dentro del proceso institucional por parte de las trabajadoras sociales mediante un banco de preguntas cerradas, desde un punto de comprobación del objetivo y variables de estudio.
e) Análisis estadísticos.
Los datos fueron ingresados al programa SPSS, el mismo que permitió realizar un análisis correlacional de las variables en un estudio representado mediante tablas.
RESULTADOS
Tabla 1
Seguimiento para determinar el estado social, emocional y vivencial
Edad |
Siempre |
Usualmente |
Ocasionalmente |
18 a 30 años |
100,0% |
|
|
31 a 45 años |
33,3% |
66,7% |
|
45 a 60 años |
|
|
100,0% |
Total |
50,0% |
33,3% |
16,7% |
Fuente: Niños, niñas y adolescentes de casas de acogida, Guayaquil
Elaborado por: Helen Fernanda García Anchundia
Se puede evidenciar que un 50% de profesionales en trabajo social, en edades de 18 a 30 años, expresan que siempre realizan los seguimientos necesarios para determinar el estado de cada niño, niña y adolescente en lo social, emocional y vivencial; mientras que un 33.3% en edades de 31 a 45 años expresan que usualmente realizan los seguimientos necesarios.
En cuanto a la observación realizada a los niños, niñas y adolescentes, se puede apreciar que muestran interés en las actividades que realizan diariamente, de tal modo que les faculta integrarse socialmente con las personas de su entorno, además de contribuir directamente al desarrollo vivencial.
En la siguiente tabla se presenta la frecuencia con la que se efectúan actividades artísticas que permiten su desarrollo, de tal modo que inciden en las emociones de los niños, niñas y adolescentes.
Tabla 2
Incidencia del desarrollo artístico en las emociones
Edad |
Muy frecuentemente |
Frecuentemente |
18 a 30 años |
100,0% |
|
31 a 45 años |
|
100,0% |
45 a 60 años |
|
100,0% |
Total |
33,3% |
66,7% |
Fuente: Niños, niñas y adolescentes de casas de acogida, Guayaquil
Elaborado por: Helen Fernanda García Anchundia
Se puede constatar que el 100% de profesionales en trabajo social en edades de 18 a 30 años expresa que muy frecuentemente el desarrollo artístico incide en las emociones de los niños, niñas y adolescentes, el 100% de profesionales en edades de 31 a 60 años expresa que frecuentemente el desarrollo artístico incide en las emociones de los niños, niñas y adolescentes.
En cuanto a la observación realizada a los niños, niñas y adolescentes, se puede constatar que participan constantemente en las actividades organizadas dentro de las casas de acogida. Previo a ello, se evidenció que un bajo porcentaje de ellos presenta dificultades para relacionarse con sus pares, además carecen de actitudes positivas para crear un vínculo de confianza con personas de su entorno; no obstante, realizan muchas actividades artísticas y recreativas en las cuales se logra generar un mayor desarrollo de las habilidades socioemocionales de los niños, niñas y adolescentes.
En la siguiente tabla se presentan las mejorías en el desarrollo social y emocional de los niños, niñas y adolescentes cuando realizan procesos artísticos dentro de las casas de acogida.
Tabla 3
Mejorías en el desarrollo social y emocional
Edad |
Siempre |
Usualmente |
18 a 30 años |
100,0% |
|
31 a 45 años |
66,7% |
33,3% |
45 a 60 años |
|
100,0% |
Total |
66,7% |
33,3% |
Fuente: Niños, niñas y adolescentes de casas de acogida, Guayaquil
Elaborado por: Helen Fernanda García Anchundia
Se observa que el 100% de profesionales en trabajo social, en edades de 18 a 30 años, afirma que siempre se reflejan mejorías en el desarrollo social y emocional de los niños, niñas y adolescentes al realizar procesos artísticos, tesis sostenida por un 66.7% de profesionales en edades de 31 a 45 años. Por otro lado, el 100% de profesionales en trabajo social, en edades de 45 a 60 años, expresa que usualmente se reflejan mejorías en el desarrollo social y emocional de los niños, niñas y adolescentes a partir del desarrollo de las actividades.
En cuanto a la observación aplicada, se logró constatar que existen niños y niñas que se relacionan poco con los demás niños/adolescentes, no obstante, mantienen actitudes positivas desde su esfera emocional al efectuar actividades artísticas, de tal modo que tienen desarrollo social favorable.
En la siguiente tabla se dan a conocer las actividades artísticas que se desarrollan con mayor frecuencia en las casas de acogida.
Tabla 4
Actividades artísticas que se desarrollan con mayor frecuencia
Edad |
Artes visuales |
Artes escénicas |
18 a 30 años |
100,0% |
|
31 a 45 años |
|
100,0% |
45 a 60 años |
|
100,0% |
Total |
33,3% |
66,7% |
Fuente: Niños, niñas y adolescentes de casas de acogida, Guayaquil
Elaborado por: Helen Fernanda García Anchundia
Se puede observar que el 66% de profesionales en edades de 31 a 45 años, afirma que las actividades artísticas que se desarrollan con mayor frecuencia en las casas de acogida son las artes escénicas, mientras que el 33.3% en edades de 18 a 30 años expresa que también se aplican las artes visuales.
En cuanto a la observación aplicada a los niños, niñas y adolescentes, se logró constatar que tienen un mayor apego con las artes escénicas, visuales y plásticas, no obstante, varios adolescentes tienen un mayor interés en efectuar artes sonoras o literarias, a las que atribuyen un mayor grado en su desenvolvimiento social, generando un estado emocional que les permite llevar un mejor estado vivencial.
En la siguiente tabla se presenta la frecuencia con la que las trabajadoras sociales reciben capacitaciones que permitan brindar una mejor atención e intervención, favoreciendo un pleno desarrollo familiar, social y emocional en los niños, niñas y
adolescentes.
Tabla 5
Capacitaciones para brindar una mejor atención e intervención
Edad |
Muy frecuentemente |
Frecuentemente |
Ocasionalmente |
Raramente |
18 a 30 años |
50,0% |
50,0% |
|
|
31 a 45 años |
|
|
33,3% |
66,7% |
45 a 60 años |
|
|
|
100,0% |
Total |
16,7% |
16,7% |
16,7% |
50,0% |
Fuente: Niños, niñas y adolescentes de casas de acogida, Guayaquil
Elaborado por: Helen Fernanda García Anchundia
En la tabla descrita, el 50% de profesionales, en edades de 18 a 30 años, expresa que muy frecuentemente recibe capacitaciones sobre temas que permitan brindar una mejor atención e intervención para lograr un pleno desarrollo familiar, social y emocional de los niños, niñas y adolescentes. Por otro lado, el 66.7% de profesionales en edades de 31 a 45 años, expresa que raramente recibe capacitaciones sobre temas que permitan brindar una mejor atención e intervención que permitan un pleno desarrollo familiar, social y emocional, idea sostenida por el 100% de profesionales en edades de 45 a 60 años.
En la siguiente tabla se presentan la frecuencia con la que reciben apoyo por parte del Estado para mantener los programas de intervención, reinserción y desarrollo familiar para los grupos vulnerables.
Tabla 6
Apoyo por parte del estado
Edad |
Muy frecuentemente |
Frecuentemente |
Ocasionalmente |
Raramente |
18 a 30 años |
50,0% |
50,0% |
|
|
31 a 45 años |
|
|
53,3% |
46,7% |
45 a 60 años |
|
|
|
100,0% |
Total |
11,7% |
11,7% |
26,7% |
50,0% |
Fuente: Niños, niñas y adolescentes de casas de acogida, Guayaquil
El 50% de profesionales en trabajo social, en edades de 31 a 60 años, afirma que raramente recibe apoyo por parte del Estado para mantener los programas de intervención, reinserción y desarrollo familiar para los grupos vulnerables, mientras que un 26.7% de profesionales en edades de 31 a 45 años afirma que ocasionalmente recibe apoyo por parte del estado.
DISCUSIÓN
Se logró conocer que los profesionales en trabajo social siempre realizan los seguimientos necesarios para determinar el estado de cada niño, niña y adolescente en lo social, emocional y vivencial. Al respecto, expresa Guamanarca (2017) que, desde una perspectiva de intervención del trabajo social, se puede favorecer a los comportamientos relacionados con la adaptación, confianza, seguridad, mediante la aplicación de las artes plásticas, lo que permite canalizar sentimientos y emociones plasmadas al momento de realizar una actividad; sirven también como herramientas para preparar a los niños, niñas y adolescentes para la vida, permitiéndoles ser más creativos y desarrollar su expresión, motricidad, lenguaje y comunicación.
Los niños, niñas y adolescentes, al insistir en la aplicación de diferentes actividades artísticas, pueden mostrar interés al realizarlas diariamente, de tal modo que les faculta para integrarse socialmente con las personas de su entorno, además de contribuir directamente al desarrollo vivencial.
Se pudo constatar que los niños, niñas y adolescentes siempre reflejan mejorías en el desarrollo social y emocional al realizar procesos artísticos. Bisquerra (2009) afirma que “el arte tiene por objetivo activar la respuesta emocional, pero conviene tener presente que las emociones relacionadas con el arte son de un tipo particular, son las emociones estéticas, que se experimentan delante de una obra de arte o delante de la belleza en general” (p. 14)
Al aplicar las artes, estas pueden contribuir de dos maneras; la primera, son aquellas intervenciones que utilizan el arte visual o plástico, pintura, grabado modelo, máscaras, títeres y, la segunda es la conexión creativa que permite traer a la conciencia las emociones reprimidas y permite la exploración de estas emociones a través de las imágenes creadas.
Los profesionales en trabajo social frecuentemente reciben capacitaciones sobre temas que permitan brindar una mejor atención e intervención para mejorar el pleno desarrollo familiar, social y emocional de los niños, niñas y adolescentes.
Expresa Ballesta et. al (2016) que el medio artístico (dibujo, música, fotografía, danza,...) da la oportunidad a los niños, niñas y adolescentes de manifestarse y proyectar su identidad; además, la propia creación y la reacción del espectador ante ella retroalimenta y estimula, mejorando el nivel de autoestima al descubrir sus posibilidades; esto se refuerza cuando se ve reconocido en el derecho de ser uno mismo, potenciando su valor como personas en la vida social, algo especialmente significativo en el caso de niños con capacidades diversas.
Es necesario establecer actividades artísticas para desarrollar los procesos de reinserción y recuperación; además para perpetrar en las necesidades emocionales, potenciando las capacidades de los niños, niñas y adolescentes.
CONCLUSIONES
Los profesionales en Trabajo Social siempre realizan los seguimientos necesarios para determinar el estado de cada niño, niña y adolescente en lo social, emocional y vivencial. Se puede conocer que muy frecuentemente el desarrollo artístico incide en las emociones de los niños, niñas y adolescentes, pese a las limitaciones en cuanto a recursos que tienen las casas de acogida.
Se logró conocer que algunos niños, niñas y adolescentes tienen dificultad para relacionarse con sus pares y carecen de actitudes positivas en ese sentido, en primera instancia al no crear un vínculo de confianza con personas de su entorno, situación que puede ser revertida desde actitudes positivas generadas al efectuar actividades artísticas de tal modo que tienen un desarrollo social favorable.
Existe un mayor apego con las artes escénicas, visuales y plásticas, no obstante, varios adolescentes tienen un mayor interés en efectuar artes sonoras o literarias, a las que atribuyen una mayor relevancia en su desenvolvimiento social; es por esto que los profesionales en trabajo social organizan sus lineamientos de intervención en estos campos para contribuir al desarrollo social, emocional y afectivo.
LIMITACIONES Y RECOMENDACIONES
No se presentaron mayores limitaciones para lograr establecer los horarios de las actividades de observación con los niños, niñas y adolescentes; sin embargo, debido a la actual crisis sanitaria, se debieron establecer protocolos de cuidado, además, al tener algunos problemas de salud se debieron recortar los días de observación.
Es importante que los niños, niñas y adolescentes se fortalezcan mediante actividades artísticas directas que perpetúen sus cualidades, y desarrollen sus capacidades que permitan mejorar sus vínculos socioafectivos y emocionales en su entorno.
Generar una conciencia ante autoridades de turno estatales, ya que se presenta la falta de recursos que permita incrementar el desarrollo de actividades artísticas, para contribuir a un plan de mejora vivencial, social y emocional de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en las casas de acogida.
Realizar planes de trabajo que se presenten a diferentes ONG’s, de tal manera que se pueda generar una réplica en diferentes instituciones para aplicar los mismos procedimientos que faculten un desarrollo vivencial de los niños, niñas y adolescentes, a fin de establecer una reinserción en familias o la sociedad, estableciendo las bases en valores que se inculquen es las casas de acogida.
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[1] Licenciada en Trabajo Social/ 12helengarcia2013@gmail.com
[2]Licenciado en Antropología Aplicada, Magister en Estudios Latinoamericanos Mención en Política y Cultura, Dirección de Postgrados, Cooperación y Relaciones Internacionales, Facultad de Trabajo Social, Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, Manta, Ecuador. andres.galarza@uleam.edu.ec