Artículo de Investigación
DOI: https://doi.org/10.56124/tj.v8i19.023
LA VIOLENCIA FAMILIAR Y LAS CONDUCTAS DISRUPTIVAS EN ESTUDIANTES DE BACHILLERATO: ENFOQUE DESDE TRABAJO SOCIAL
DOMESTIC VIOLENCE AND DISRUPTIVE BEHAVIOR IN HIGH SCHOOL STUDENTS: A SOCIAL WORK PERSPECTIVE
Santiago Fernando Becerra Montalván
https://orcid.org/0009-0003-4436-974X
Universidad Nacional de Loja (UNL)
Claudia Sofia Median León
https://orcid.org/0000-0003-2735-8486
Universidad Nacional de Loja (UNL)
Vanessa Romina Pineda Rojas
https://orcid.org/0000-0002-3309-7051
Universidad Nacional de Loja (UNL)
Resumen
La violencia familiar ha sido un fenómeno social que ha persistido a lo largo de la historia, afectando a millones de individuos en todo el mundo. Se define más comúnmente como la hostilidad o conducta violenta dirigida hacia un miembro de la familia, que resulta en dificultades tanto psicológicas como sociales. En Gañil, comunidad indígena del sector rural del cantón Saraguro, se evidencia violencia familiar en los núcleos familiares. Las cuestiones culturales, como las costumbres, tradiciones, religión y vestimenta, también contribuyen a las diferencias e ideologías de género. La violencia familiar tiene importantes consecuencias académicas y sociales en el comportamiento de los niños, niñas y adolescentes de la Unidad Educativa Comunitaria Intercultural Bilingüe «Kawsay Ñan». En consecuencia, este trabajo realiza un estudio correlacional entre la violencia familiar y las conductas disruptivas, revelando que la violencia física, la violencia psicológica y la coerción sexual son los tipos de violencia más frecuentes, y que a medida que aumenta la agresividad en el hogar, también lo hace en la institución educativa.
Palabras Claves: conductas disruptivas; trabajo social; violencia familiar.
Abstract
Family violence has been a social phenomenon that has persisted throughout history, affecting millions of individuals worldwide. It is most commonly defined as hostility or violent behavior directed towards a family member, resulting in both psychological and social difficulties. In Gañil, an indigenous community in the rural sector of the Saraguro canton, family violence is evident in the family nuclei. Cultural issues, such as customs, traditions, religion and clothing, also contribute to gender differences and ideologies. Family violence has important academic and social consequences on the behavior of children and adolescents of the Intercultural Bilingual Community Education Unit “Kawsay Ñan”. Consequently, this work conducts a correlational study between family violence and disruptive behaviors, revealing that physical violence, psychological violence and sexual coercion are the most frequent types of violence, and that as aggressiveness in the home increases, so does in the educational institution.
Key words: Disruptive behaviors; Family Violence; Social Work.
Introducción
La violencia familiar es un fenómeno social que tiene un impacto considerable en numerosos sectores de la población mundial, especialmente en los niños y adolescentes, que son los primeros en conocer la variedad social y, por lo tanto, están más expuestos a las repercusiones de la violencia familiar. Este fenómeno tiene un impacto significativo en el desarrollo psicológico e intelectual de los niños, además de en su bienestar social, físico y emocional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha documentado los efectos negativos de la violencia en niños y adolescentes de todo el mundo, destacando la influencia en las anomalías del desarrollo social, los retos académicos e intelectuales y los problemas de salud mental. En las instituciones educativas, el trabajo social desempeña un papel importante en la identificación de los problemas que deben abordarse. En el libro de investigación Impunidad ante la violencia hacia las mujeres indígenas en el acceso a las justicias, la Federación Interprovincial de Pueblos Indígenas [FIIS] (2012) realizó estudios de casos de violencia en la localidad de Saraguro, donde se menciona que la violencia psicológica se manifiesta frecuentemente con un 53. 9%, por otro lado, en cuanto a los tipos de violencia. También, explica cómo la violencia afecta a otros miembros del núcleo familiar, particularmente a los hijos, quienes son los que indirectamente replican la violencia. Este estudio de integración curricular examina el vínculo entre la violencia familiar y las conductas disruptivas entre los estudiantes de la Unidad Educativa Comunitaria Intercultural Bilingüe “Kawsay Ñan” de Gañil, utilizando un método de trabajo social. Esta comunidad rural se distingue por su cultura y tradiciones autóctonas, pero también enfrenta enormes obstáculos y problemas sociales como consecuencia de la violencia. El propósito de esta investigación no solo radica en comprender aquellas dinámicas de las agresiones familiares y sus consecuencias hacia el ámbito educativo, sino también en aportar herramientas prácticas para la intervención social en comunidades vulnerables, además de integrar el enfoque social que poseen las conductas disruptivas.
Para conocer la relación entre las conductas disruptivas y la violencia doméstica, Ayala y Mendoza (2023), realizaron un estudio en Chiclayo, Perú, tomando como muestra a estudiantes de secundaria de ambos sexos. El resultado fue un total de 235 participantes. De esta manera, pudieron demostrar su hipótesis de que las conductas disruptivas aumentan con el nivel de violencia doméstica. También llegaron a la conclusión de que existe una correlación positiva entre las dimensiones de violencia física, psicológica y sexual y las dimensiones de desprecio del profesor, incumplimiento de tareas y desplazamiento continuo en el aula.
En Ecuador, Villafuerte (2019), realizó un caso clínico de investigación con un adolescente de 14 años mismo que pretendía estudiar la razón del por qué el ambiente familiar genera conductas disruptivas, en los antecedentes del adolescente se mencionaba que el usuario fue llevado por su madrastra hacia a la DINAPEN por motivos que constantemente se fugaba de casa y suele salir a fumar, ante estos antecedentes el investigador aplico el test H.T.P. mismo que reflejo como resultados finales sobre el trastorno de conductas de tipo de inicio adolescente. Tomando en consideración el objetivo del investigador y el diagnóstico del adolescente la investigación concluye que en la actualidad los jóvenes y niños en el Ecuador son víctimas de violencia intrafamiliar misma que ha cobrado miles de vidas generado por el entorno negativo en los que se presentan los sujetos para el desarrollo humano ya que desde temprana edad se puede reflejar a través de sus comportamientos o conductas dando paso a la creación de jóvenes disruptivos o disociales que posteriormente buscan culpables en la sociedad.
En Manabí, Basurto et al. (2020), sobre el estudio correlacional acerca de la violencia en el núcleo familiar y conductas disruptivas, misma que buscaba comprobar la influencia que poseen las revelaciones de la violencia intrafamiliar en las conductas antisociales en una institución educativa en la que tomó como muestra a 75 usuarios, los resultaron reflejaron que aquellos sujetos que provienen de una casa con patrones de agresiones manifiestan conductas disruptivas sin embargo estos no se encuentran en un constante patrón, pero, si pueden reflejar desajustes en sus conductas.
La violencia es uno de los actos que ha transcendido a lo largo de la historia siendo una de las mayores problemáticas que se pueden palpar en cualquier ámbito que se encuentre el ser humano por ello Flores (2017), afirma que la violencia es una de las grandes problemáticas de la que tratamos de escapar o buscamos refugio, tanto así, llega afectar de alguna manera en la seguridad de la persona y a su vez le puede generar temor. Además, como dato importante la autora hace énfasis que muchas de las veces las personas tratamos de hacer caso omiso ante este tipo de actos.
La violencia intrafamiliar ha sido un constante problema que aqueja a la población en lo que va la historia, se desvía de manera errónea por creencias de superioridad masculina sobre las mujeres. Esta idea equivocada ha llevado a que los hombres impongan su autoridad de forma violenta no solo hacia su cónyuge, sino también atentando contra la integridad de los más pequeños y el bienestar familiar.
Hernández y Rubio (2020), definen a la violencia familiar como una expresión personal que pueden incluir ya sean estos daños físicos, psicológicos y sexuales en un miembro del núcleo familiar ya esta puede ser hacia uno más de las mismas.
La violencia psicológica no constituye ninguna manifestación física, se lo puede visualizar por medio de factores de conductas tales como la intimidación, control y manipulación que llegan afectar la autoestima de la víctima, es por lo que, Salvazán et al. (2014), referían que este tipo de violencia implica un acto de presión, que no necesariamente implique un acto de fuerza física, sino, se presenta en anuncios temporales o frecuentes e incluso suele causar secuelas continuas en quien las sufre, ya que, al ser una forma de anuncio este implica una amenaza hacia la víctima lo que de alguna manera causa desconocimiento hacia las nuevas acciones que vaya a recibir.
Pintado y Silva (2024), dan un significado de las conductas disruptivas tomando en cuenta la teoría de Bandura, por lo cual nos mencionan que los niños pueden adoptar conductas disruptivas por medio de la observación de otros que las practican, mismos que puedes estar latentes en los contextos familiares y escuela.
Si hablamos de conductas disruptivas, hablamos también de actitudes desafiantes. Molina y Zambrano (2019), mencionan sobre violencia doméstica, que provoca muchas vicisitudes en el alumno, principalmente en su rendimiento académico, ya que nunca se integran equitativamente en el grupo de trabajo, pierden la concentración, cambian de humor con poca frecuencia y se convierten en alumnos problemáticos. También se distraen con sus compañeros ocasionalmente, pero con poca frecuencia, y muestran un comportamiento desafiante hacia profesores, figuras de autoridad o compañeros, rara vez y nunca.
Por otro lado, Andújar (2011), citado por Pinedo y Ramírez (2022), mencionan acerca de las características de las conductas antisociales como la agresividad presenta poca responsabilidad de control de enojo lo que incumple significativamente las normas sociales juntamente con emociones de empatía.
Metodología
El estudio, adoptó un enfoque mixto, es decir, el enfoque cualitativo referido a la recopilación de datos que refleje la entrevista misma que fue dirigido a docentes y directivos de la institución, por otro lado, en cuanto al enfoque cuantitativo se reflejó en la aplicación de test tanto al representante legal y a los estudiantes de la institución. Además, al ser la investigación de tipo exploratorio estudió el problema social de la violencia familiar, ayudando a familiarizar y comprender la relevancia de ésta, de igual manera de tipo descriptivo para el entendimiento y descripción de aquellas características del fenómeno a estudiar. El método inductivo-deductivo aquel procedimiento de investigación que trabaja con la pregunta de investigación para refutar o falsear la misma en cuanto a la violencia familiar y conductas disruptivas. Por otro lado, método analítico-sintético aquel que parte de la descomposición del objeto de estudio. Finalmente, el diseño de la investigación es transversal porque el mismo se ejecutó en un tiempo establecido, es decir, a través de este diseño de investigación ayudó a la relación de variables de investigación.
Para la obtención de datos cuantitativos y cualitativos de la investigación las técnicas e instrumentos utilizadas durante la fueron test de conductas antisociales (C.A.S.I.A.) aplicadas en los estudiantes previamente seleccionados, test de violencia (C.T.S-2) en los representantes legales con la finalidad de conocer acerca de aquellos tipos de violencia, finalmente fue aplicada la entrevista semiestructurada en los docentes de la institución educativa.
La población participe de la investigación consta de 32 estudiantes, mismos iban desde los niveles de octavo, noveno, decimo y primero de bachillerato, con los que se estudió la variable de las conductas disruptivas. Por otro lado, para trabajar la variable de la violencia familiar se contó con la participación de 16 representantes legales. Finalmente, se aplicó la entrevista semiestructurada para la planta docente de la unidad educativa contando con la participación total de 8 docentes los cuales generaron sus perspectivas en cuanto a las conductas disruptivas con la violencia familiar y aquellos procedimientos con los que posee la misma. Es decir, la presente investigación trabajo con una población muestra total de 56 participantes.
Resultados y discusión.
Resultados
Los comportamientos disruptivos en los estudiantes de la Institución Educativa Intercultural bilingüe “Kawsay Ñan”, es muy notable ante la perspectiva de los docentes del plantel; por lo que consideran que muchos de estas conductas pueden ser un reflejo comportamental que viene desde el hogar y la educación de valores que han adquirido durante su desarrollo personal, además, es fundamental considerar que se comparte el criterio de las conductas disruptivas son más frecuentes durante las edades entre los 10 a 15 años de edad y se considera que con alta frecuencia la presencia en los caballeros.
Cabe mencionar que, en su mayoría se encuentran de acuerdo en la existencia de correspondencia entre la violencia familiar y los comportamientos disruptivos lo que nos genera sobre una problemática latente en la población estudiada, adicionalmente, por las conductas disruptivas que se consideran con mayor prevalencia se encuentran: interrupción en clases, levantamiento de voz y baja autoestima.
Test Conductas Antisociales en la Infancia y Adolescencia.
Figura 1. Nivel de conductas disruptivas con agresividad.
Fuente: Becerra Santiago (2025).
Los resultados reflejan que los adolescentes evaluados de la unidad educativa, el 62,50% de ellos presentan un nivel medio de conductas disruptivas, es decir, comprueba la existencia de conductas con agresividad, ya que, sus puntos de corte van entre 26-72 puntos lo que se representa un nivel medio; por lo que el 37,50% restante presenta un nivel bajo de este tipo de conductas ya que se encuentran entre los puntos corte de 01-25.
Figure 2. Niveles de conductas disruptivas sin agresividad
Fuente: Santiago Becerra (2025)
Las conductas disruptivas sin agresividad en la institución presentan tres niveles mismos que reflejan en un 65,63% un nivel medio de estas conductas, 31,25% de la población refleja un bajo nivel de conductas sin agresividad, por otra parte, el 3,13% de ellos presentan un alto nivel de conductas disruptivas.
Es decir, los evaluados en su mayoría presentan conductas sin agresividad en un nivel medio ya que sus puntos de corte van entre los 26-72 puntos, en un nivel bajo se obtuvo una población con puntos de corte de 01-25, finalmente, una mínima parte de los evaluados presentan un alto nivel de conducta sin agresividad es decir sus puntos corte se encuentran entre 76-99.
Test Conflict Tactics Scales (C.T.S.-2)
Tabla 1. Frecuencia de violencia en los hogares.
|
Estadísticos descriptivos |
|||||
|
|
N |
Mínimo |
Máximo |
Media |
Desv. Desviación |
|
Negociación |
16 |
3 |
25 |
12,50 |
7,545 |
|
Agresión Psicológica |
16 |
4 |
36 |
16,50 |
9,612 |
|
Agresión Física |
16 |
0 |
40 |
17,69 |
11,265 |
|
Coacción Sexual |
16 |
0 |
32 |
11,56 |
9,906 |
|
Daños |
16 |
0 |
20 |
8,06 |
6,618 |
|
N válido (por lista) |
16 |
|
|
|
|
Nota: Datos tomados del programador SPSS
De acuerdo con la tabla 3 reflejan la complejidad que poseen los núcleos familiares con violencia, por ello, se observa que las formas más frecuentes de violencia es la agresión física ya que va con una puntuación media de 17,69, al igual que la agresión psicológica con su puntuación media de 16,50. Lo cual, sugiere que estas formas de violencia son patrones comunes en los padres de familia estudiados de la Unidad Educativa de Gañil. Además, la coacción sexual posee una media de 11,56, por lo que indica que, aunque sea menos frecuente que las otras dos agresiones antes mencionadas, sigue siendo un problema latente y significativo en algunos de los núcleos familiares.
Referente al parámetro de los daños, la media obtenida es de 8,06 lo cual refleja que este tipo de violencia es poco común a diferencia de las demás, sin embargo, no se puede hacer mención que no deja de ser preocupante ya que conlleva un sin número se problemas desencadenantes. Finalmente, en la tabla se puede ver reflejado que la negociación posee una media de 12,50, cuyos resultados dan a comprender que existen estrategias y formas de interacción por parte del agresor en contra de la víctima.
Figura 3. Prevalencia de Violencia Psicológica
Fuente: Santiago Becerra (2025)
Los principales factores que se presentan en las familias de los estudiantes de la institución es la agresión psicológica, en la figura 3 se observa el 100% de los evaluados hacen referencia a la existencia de esta problemática. Ante los resultados obtenidos es relevante mencionar que Hernández y Pérez (2009), mencionan que la violencia psicológica se encuentra vinculado a abusos direccionados al control de comportamientos, creencias, amenazas, humillaciones o cualquier otro tipo de conducta que perjudique a la integridad psicológica y desarrollo personal del ser humano.
Figura 4. Prevalencia de la violencia física
Fuente: Santiago Becerra (2025)
La prevalencia de agresión física en los hogares de las familias de la comunidad Gañil se refleja que la figura 4, en la que el 87,5% de los evaluados han generado algún tipo de violencia física hacia sus parejas, mientras, el 12,5% restante no ha generado violencia física hacia sus parejas o integrantes del núcleo familiar. Corzo (2018), genera un aporte en casos de agresión en especial en los actos físicos por lo cual reflexiona que las manifestaciones de violencia física no suelen alcanzar en alta intensidad desde el momento en que inicia la violencia, más bien, esta aumenta gradualmente con el tiempo por lo que la define como una escala de violencia.
Tabla 2. Correlación de Variables
|
Correlaciones |
||||||||||
|
|
Con agresividad |
Sin agresividad |
Negociación |
Agresión Psicológica |
Agresión Física |
Coacción Sexual |
Daños |
|
||
|
Rho de Spearman |
Con agresividad |
Coeficiente de correlación |
1,000 |
,852** |
. |
. |
. |
. |
. |
|
|
Sig. (bilateral) |
. |
,000 |
. |
. |
. |
. |
. |
|
||
|
N |
32 |
32 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
|
||
|
Sin agresividad |
Coeficiente de correlación |
,852** |
1,000 |
,253 |
,421 |
,112 |
-,141 |
-,084 |
|
|
|
Sig. (bilateral) |
,000 |
. |
,345 |
,104 |
,679 |
,604 |
,756 |
|
||
|
N |
32 |
32 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
|
||
|
Negociación |
Coeficiente de correlación |
. |
,253 |
1,000 |
,143 |
-,117 |
-,099 |
-,124 |
|
|
|
Sig. (bilateral) |
. |
,345 |
. |
,598 |
,667 |
,715 |
,646 |
|
||
|
N |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
|
||
|
Agresión Psicológica |
Coeficiente de correlación |
. |
,421 |
,143 |
1,000 |
,798** |
,666** |
,661** |
|
|
|
Sig. (bilateral) |
. |
,104 |
,598 |
. |
,000 |
,005 |
,005 |
|
||
|
N |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
|
||
|
Agresión Física |
Coeficiente de correlación |
. |
,112 |
-,117 |
,798** |
1,000 |
,760** |
,674** |
|
|
|
Sig. (bilateral) |
. |
,679 |
,667 |
,000 |
. |
,001 |
,004 |
|
||
|
N |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
|
||
|
Coacción Sexual |
Coeficiente de correlación |
. |
-,141 |
-,099 |
,666** |
,760** |
1,000 |
,848** |
|
|
|
Sig. (bilateral) |
. |
,604 |
,715 |
,005 |
,001 |
. |
,000 |
|
||
|
N |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
|
||
|
Daños |
Coeficiente de correlación |
. |
-,084 |
-,124 |
,661** |
,674** |
,848** |
1,000 |
|
|
|
Sig. (bilateral) |
. |
,756 |
,646 |
,005 |
,004 |
,000 |
. |
|
||
|
N |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
16 |
|
||
|
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral). |
||||||||||
Nota: Datos tomados del programador SPSS
Se presenta las correlaciones entre diferentes variables relacionadas con la agresividad y sus componentes. Las correlaciones con el valor de p inferior a 0.05 se consideran numéricamente significativas. Existe una correlación positiva muy alta (ρ = 0.852) y significativa (p = 0.000) entre estas variables, esto indica que a medida que aumenta la agresividad en un contexto (hogar), también lo hace en el otro (escuela). Por otro lado, Se evidencia una relación positiva muy alta (ρ = 0.798) y significativa (p = 0.000), indicando que quienes exhiben agresión psicológica tienden a mostrar agresión física. Existe también correlación entre Agresión Psicológica y Coacción Sexual, observando que la correlación es positiva y alta (ρ = 0.666) con significancia (p = 0.005), sugiriendo que la agresión psicológica está asociada con la coacción sexual. Asimismo, existe una correlación positiva muy alta (ρ = 0.760) y significativa (p = 0.001), indicando una fuerte asociación entre estas formas de agresión. Finalmente, la correlación es positiva muy alta (ρ = 0.848) y significativa (p = 0.000), lo que sugiere que la coacción sexual está fuertemente relacionada con causar daños.
Discusión
De acuerdo con lo obtenido concernientes a violencia familiar relacionada con las conductas disruptivas y, derivada del problema general de investigación que consiste en establecer la relación existente entre la violencia familiar y las conductas disruptivas de los adolescentes de la unidad educativa comunitaria intercultural bilingüe “Kawsay Ñan” de gañil, que las conductas disruptivas en esta población se presentan en dos tipos de conductas: con agresividad sin agresividad; por lo que, Andújar (2011), citado por Pinedo y Ramírez (2022), mencionan acerca de las características de las conductas antisociales como por ejemplo la agresividad que posee significativos índices de irresponsabilidad y de poco control de la ira, por lo cual, esta suele ir contra a las normas sociales con falta de empatía y la acción de delitos que tienden como finalidad vulnerar o ir en contra de todo tipo de norma impuesta por la sociedad.
Además, la violencia presente en las casas de la población estudiada es de distintos tipos, mismos que, hacen referencia a la negociación como una forma de violencia, agresiones tanto físicas como psicológicas, coacción o forcejeo sexual a las parejas y daños que perjudican al bienestar familiar. En este sentido, Ocampo y Amar (2011) hacen mención que, cuando las familias no pueden cumplir adecuadamente con las funciones emocionales correctas de cierto modo dificultan e impiden el desarrollo de personalidades lo cual conlleva a diversos tipos de desequilibrios tanto biológicos, psicológicos y fisiológicos. Lo cual, coincide con la población estudiada dado que se rescató que aquel comportamiento disruptivo en estos se encuentra en más del 60% en los niveles categorizados, es decir, estos superan el nivel medio de conductas tanto con agresividad y sin agresividad, mismo se comprende que existe una relación muy alta y significativa entre variables estudiadas indicando, a medida que aumenta agresividad en los hogares también puede verse reflejado en los comportamientos de las escuelas.
Por otra parte, tomando a consideración los criterios de los docentes de la unidad educativa, quienes son los que comparten gran parte del día con los estudiante, se recata el hecho que los estudiantes que vienen de casas disfuncionales con violencia experimentan distintos cambios emocionales mismos que se ven reflejados en su estado de ánimo, participación y conductas que salen del margen de las normas sociales, sin embargo, mencionaron que cuando esto ocurre cierta parte de los afectados en especial los más pequeños suelen buscar conversar o desahogarse con los mismos docentes lo cual nos quiere decir que tienden a buscar una figura de apego con la cual compartir sus vivencias y estado emocional. En este sentido, coincide con Amar y De Gómez (2006), quienes en su estudio de figuras de apego determinaron que aquellos niños que han sido víctimas de violencia tienen a percibir poca confianza por parte de sus cuidadores directos, a diferencia de aquellos niños que no han sido víctimas de violencia intrafamiliar, lo cual nos hacen comprender que se relaciona con mayor búsqueda a una figura cercana ya sea esta en un amigo o en un adulto.
Por ellos, se respalda lo mencionado con la teoría de apego de Bowlby, misma afirma que la figura de apego es central en la búsqueda del niño ya que esta proporcionará afecto cuando este se sienta cansado, hambriento, enfermo, alarmado y especialmente cuando el niño no sepa con exactitud donde se encuentra. Además, el autor rescata el hecho que esta conducta tiende orientarse por una figura personal que despierta en el infante sentimientos de obsesión, pero, esta figura de apego que suele escogerse siempre es una en especial que cumpla con características que busca el sujeto, además, el autor hace énfasis en que sería un error decir que el sujeto reparte sus sentimientos entre varias figuras.
Continuando a responder segundo objetivo de la investigación que hace énfasis a la correlación de variables en los adolescentes de la unidad educativa, entre los resultados se obtuvieron datos relevantes que muestran la correlación significativa entre las dos variables estudiadas, ya que se toma como punto de partida los criterios recopilados durante la entrevista mismos; creían que si existe relación entre las antes mencionadas, lo cual representa la importancia del impacto que genera la familia en el desarrollo de conductas desde una temprana edad. Tomando a consideración estudios recientes realizados a nivel de Latinoamérica en Chiclayo Perú, Ayala y Mendoza (2023) al igual que éste estudio fue dirigido a una institución educativa dirigido a la población de secundaria en la que pudieron comprobar la hipótesis que sostenían referente a que mayor violencia en los hogares mayor serán las conductas disruptivas, además, concluyen haciendo mención que existe una relación positiva al igual que el presente estudio entre las espacios estudiadas de violencia física, violencia psicológica y sexual.
Finalmente, bajo el respaldo de la teoría del aprendizaje social de Bandura que sostenía que el sujeto aprenda sobre comportamientos, conductas y actos es necesario centrar la atención en los detalles relevantes en cuanto al comportamiento que nos encontramos visualizando, por ello, el autor destacaba la importancia de la selección para el inicio de este proceso de aprendizaje. Además, para el trabajo social comúnmente se utiliza esta teoría ya que proporciona una mayor comprensión en cuanto a nuevas habilidades, valores y estrategias para afrontar los nuevos conflictos sociales que se presentan en el entorno, adicionalmente esta teoría exige al trabajo social a crear la técnica de observación y análisis del entorno educativo en la identificación de elementos que influyen en el actuar de las personas.
Conclusiones
Se evidencia la existencia de relación significativa entre variables de violencia familiar y las conductas disruptivas en la Unidad Educativa Comunitaria Intercultural Bilingüe “Kawsay Ñan”, es decir, que a medida que incrementa la agresividad en los núcleos de los estudiantes aumenta las conductas en el ámbito escolar.
Tanto las conductas disruptivas con agresividad y sin agresividad se presentan en gran porcentaje, es decir, estos comportamientos se ven reflejados en conductas con características que van contra el orden social, mentir, ir contra las normas paternas, escolares y sociales.
La violencia psicológica es la que con mayor impacto se presenta en los núcleos de los estudiantes de la institución, por cual, es la que mayor repercusión posee en las conductas disruptivas.
La Unidad Educativa no posee un departamento DECE propio para tratar directamente las problemáticas que se presentan en esta localidad, además, no poseen protocolo especifico propios para contrarrestarlos.
Referencias
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