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continuidad operativa como el
desarrollo sostenible de cualquier
organización. Este registro permite
identificar y solucionar problemas
potenciales antes de que interfieran en
las operaciones, y también juega un
papel determinante en la gestión de
riesgos.
Con un inventario detallado de
materiales, por ejemplo, se puede
evitar la interrupción de la producción
debido a la escasez de insumos y, al
mismo tiempo, facilitar la
implementación de planes de
contingencia y mantenimiento
preventivo.
La gestión eficaz de los recursos
contribuye a la optimización de los
procesos operativos, mejorando la
eficiencia y reduciendo el tiempo de
inactividad. Esto asegura que las
operaciones se desarrollen de manera
fluida y sin contratiempos,
permitiendo a la organización
funcionar con un mínimo de
interrupciones.
Igualmente, un registro bien
mantenido permite una utilización más
eficiente de los recursos, ayudando a
identificar áreas donde se puede
reducir el desperdicio y mejorar el
rendimiento. Con este modelo se
reduce costo y se promueve prácticas
sostenibles y responsables.
Con una visión clara de los recursos
disponibles, la planificación a largo
plazo se vuelve más efectiva,
facilitando la toma de decisiones
estratégicas e identificando
oportunidades para inversiones en
nuevos recursos o tecnologías que
impulsen el crecimiento sostenible.
En el mismo contexto, llevar un
registro adecuado asegura que la
organización cumpla con las
normativas y regulaciones pertinentes,
promoviendo así la responsabilidad
social y ambiental. Al hacer un uso
responsable y transparente de los
recursos, la organización optimiza su
funcionamiento y contribuye
positivamente a su entorno y a su
sostenibilidad en el tiempo.
Según Rojas et al. (2022), un adecuado
control de inventario influye en la
rentabilidad y competitividad de un
negocio, además de impactar
directamente en la satisfacción del
cliente y en la optimización de
recursos.
Sin embargo, la gestión integral de
inventarios implica mucho más que el
simple registro de entradas y salidas de
productos (Fuertes, 2020). Incluye la
planificación estratégica, la previsión
de la demanda, la gestión de compras,
y la optimización de almacenamiento,
entre otros aspectos de relevancia.