que sirven como base en el siglo XX para el posterior desarrollo de la lingüística
como ciencia. El estudio de la expresión y comprensión escrita tiene sus
fundamentos en diferentes teorías lingüísticas: desde el estructuralismo de
Saussure, la generativa transformacional de Chomsky, la teoría de los esquemas
de Rumelhart, la pragmática del discurso de Van Dijk, y con mayor detalles
enriquecen estas macro-destrezas lingüísticas Goodman, Smith, Kintsh y Van Dijk
al aportar nuevas enfoques desde una posición más pragmática, donde se toma
conciencia de la influencia de las experiencias previas del lector y su contexto en
la interpretación del texto oral o escrito (Goodman 1996; Chomsky, 1985; Van Dijk
& Kintsh, 1983; Rumelhart 1980; Smith, 1971; Saussure 1945).
En el ámbito internacional se han venido desarrollando estudios psicológicos y
sociolingüísticos sobre la bases del lenguaje, asumiendo el término de
competencias desde la segunda mitad del siglo XX con las investigaciones y
publicaciones de Hymes (1971), Van Dijk & Kintsh (1983), sobre las relaciones entre
lenguaje y sociedad, estos autores buscaban el análisis y descripción de la lengua
en sus contextos socioculturales, lo social se convierte en clave para el estudio de
las lenguas, se realizan investigaciones dirigidas al estudio de la sociedad a través
del lenguaje (sociología del lenguaje) o se analiza el lenguaje a través de estudios
sociales (sociolingüística), surgen una serie de disciplinas relacionadas que enfocan
las indagaciones hacia una perspectiva u otra, asociando la lengua no solo a
aspectos meramente metalingüísticos, sino reconociendo el rol del lenguaje como
elemento que constituye esencia en la formación de la identidad de una
comunidad, etnia o nación, está asociada al contexto socio-cultural, profesional y
científico en el desarrollo de todo espacio geográfico.
Cuando se hace referencia al concepto de competencias comunicativas para Hymes
(1971), Canale (1983) y Van Ek (1986), se incluyen las competencias lingüísticas,
socio-lingüísticas, discursivas, socio-culturales, estratégicas.
Las competencias lingüísticas se refieren al dominio del lenguaje, a los signos
lingüísticos y sus referentes. Cuando hablamos del elemento lingüístico en la
lengua, hacemos referencia a los niveles: Fonético-fonológico, Léxico-semántico,
Morfo-sintáctico (a estas competencias también se les ha denominado
competencias gramaticales). Las competencias discursivas están en estrecha
relación con el nivel estilístico de la lengua, el estudio del texto y la forma en que
se construye un texto oral o escrito, su tipología, su estructura, organización
interna: coherencia, cohesión, las formas más usuales de expresión en
correspondencia con determinadas características textuales.