En las primeras 24 horas del ensayo de niebla salina, la
mayoría de las probetas no muestran valores de tasa de
corrosión porque el tiempo de exposición a la corrosión
acelerada no es suficiente. Sin embargo, el recubrimiento
epoxi con zinc activado reaccionó rápidamente a la niebla
salina y es el único recubrimiento que muestra valores. Es
importante señalar que los revestimientos utilizados en el
método de limpieza por chorro abrasivo no muestran índices
de corrosión.
Tras 48 horas de ensayo de corrosión en la cámara de niebla
salina, la mayoría de las muestras muestran un índice de
corrosión nulo. Sin embargo, los valores calculados
corresponden al revestimiento epoxi con zinc activado,
mientras que empiezan a aparecer signos de corrosión en el
revestimiento a base de resina sintética. Es importante
señalar que el revestimiento a base de solvente aún no ha
experimentado corrosión en ninguna de sus combinaciones,
ni por el método de aplicación ni por el método de limpieza
previo al uso.
Trascurridas 72 horas de exposición en la mayoría de los
casos, se encuentran valores de índice de corrosión. El
recubrimiento a base de solvente no se corroe cuando se
aplica por pulverización, y sólo ocurre en el caso del
cepillado si antes se ha limpiado manualmente. En la
mayoría de los casos, se observa que la aplicación por
pulverización muestra valores más elevados que la
aplicación manual o el cepillado. El método de limpieza por
chorro abrasivo muestra la minoría de los datos, mientras que
el método de limpieza inicial manual muestra la mayoría.
Aunque las muestras han estado en la cámara de niebla salina
durante 96 horas, el recubrimiento con base de solvente no
presenta valores registrados y se considera el mejor
recubrimiento hasta el momento. Por otro lado, el
recubrimiento epoxi con zinc activado presenta los valores
más altos de índice de corrosión y se considera el
recubrimiento menos adecuado para proteger el acero A-36
contra la corrosión. El método de limpieza inicial con chorro
abrasivo registra los valores más bajos en lo que se refiere a
métodos de limpieza inicial, mientras que el método manual
registra los valores más altos.
Finalmente, a las 120 horas de la fase experimental se
observaron los valores de la tasa de corrosión, siendo el
recubrimiento con base de solvente el que registró los
valores más bajos, y el recubrimiento epoxi con zinc
activado el que registró los valores más bajos. El método de
aplicación manual o cepillado presenta el menor índice de
corrosión, por lo que el material se degradará menos con este
método. En cuanto a los métodos de limpieza inicial, el
método por chorro abrasivo es la mejor opción porque sus
índices de corrosión son inferiores a los de los demás
métodos estudiados.
4. Conclusiones
Se prepararon probetas de acero A-36 para aplicar
recubrimientos anticorrosivos. El proceso involucró el corte
de las probetas a las dimensiones deseadas, limpieza inicial,
aplicación del recubrimiento lo antes posible tras la limpieza,
e inspección para detectar grietas o rasgaduras. El método de
preparación más idóneo fue el chorro abrasivo, con valores
de tasa de corrosión entre 0 y 0.275 mm/año. El método
manual resultó menos favorable, con valores entre 0.097 y
0.29 mm/año.
Se identificaron tres métodos efectivos de protección
anticorrosiva para el acero ASTM-36: Chorreado abrasivo
con pintura a base de solvente: Tras limpiar las probetas con
chorro abrasivo, se aplicó una capa de pintura a base de
solvente por pulverización. Este método logró una tasa de
corrosión de cero tras 120 horas de exposición. Limpieza
mecánica con recubrimiento de resinas sintéticas: Las
probetas se limpiaron mecánicamente con una grata y se les
aplicó un recubrimiento de resinas sintéticas mediante
cepillado. Este método arrojó una tasa de corrosión de 0.106
tras 120 horas de exposición. Limpieza manual con pintura
a base de solvente: La limpieza manual de las probetas con
lija se combinó con la aplicación de pintura a base de
solvente por pulverización. Este método resultó en una tasa
de corrosión de 0.097 tras 120 horas de exposición.
El recubrimiento a base de solvente demostró ser el método
más efectivo contra la corrosión, con una tasa de cero en el
caso del recubrimiento a base de solvente y un máximo de
0.29 en el caso del recubrimiento epoxi con cinc activado.
Además, la inspección visual reveló que este método
también resultó en la menor superficie afectada, con un
grado de 7.
El recubrimiento epoxi con cinc activado resultó ser el
método menos favorable, con la tasa de corrosión más alta y
un grado de oxidación de 2. Esto significa que entre el 16.0%
y el 33.0% de su superficie presenta daños por corrosión.
Este estudio evaluó la tasa de corrosión del acero al carbono
A-36 con diferentes combinaciones de recubrimientos,
limpieza inicial y métodos de aplicación. El peor escenario
se observó en el recubrimiento epoxi con cinc activado
aplicado manualmente, con tasas de corrosión de 0.23
mm/año y 0.29 mm/año,
Referencias
Arceo, D., Reyes, J., Galván, R., & Orozco, R. (2021).
Protección anticorrosiva de un convertidor de óxido
natural (Mimosa tenuiflora) aplicado sobre productos de
corrosión de un acero AISI 1018. Nova Scientia, 13(27).
https://doi.org/10.21640/ns.v13i27.3021