1. Introducción
La Organización de las Naciones Unidas tienen como
enfoque el desarrollo sostenible, con el propósito de
garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y
que todas las personas cuenten con el saneamiento adecuado.
La visión es proteger el planeta, que las personas vivan en un
área de sostenibilidad medio ambiental, económica y social.
Por lo cual se requiere de infraestructuras adecuadas,
además, proporcionar instalaciones sanitarias y promover
prácticas de higiene (Baque, E. E. L., Cevallos, M. G. M., &
Macías, B. A. C. 2024).
En el año 2022, aproximadamente 2200 millones de
personas carecen de servicios de agua potable, 3500 millones
carecen de servicios de saneamiento y 2000 millones de
personas carecen de servicios de higiene básicos. Dentro de
los objetivos para el desarrollo sostenible para el 2030 es
brindar a todos servicios de saneamiento e higiene
adecuados. De ahí la importancia de contar con sistemas de
tratamiento adecuados (Moran, M. 2024)
A nivel mundial el manejo de los diferentes tipos de aguas
residuales se lo hace de forma incorrecta debido a lo
sofisticado y costoso de las redes de distribución y equipos
de monitoreo para obtener datos de alta calidad y con ello
poder conocer las diversas sustancias toxicas que se vierten
en el ambiente (Toledo, 2002). Todo esto ocasiona una
disminución sustancial de la calidad del agua lo que influye
en la disminución de la disponibilidad de esta para los usos
humanos y también de la vida del planeta.
Ecuador no cuenta con datos específicos y exactos sobre sus
sistemas de saneamientos. De acuerdo con la base de datos
de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima
que en América Latina el 13.7% de las aguas servidas están
conectadas a redes de alcantarillado con tratamiento. En
función de ello la estimación de la situación es preocupante
tomando en cuenta que gran número de plantas de
tratamiento se encuentran abandonadas o a su vez funcionan
precariamente (Jouravlev, 2004).
El tratamiento de aguas residuales, sean de uso doméstico o
industriales tiene como objetivo principal eliminar los
contaminantes dando cumplimiento con las normativas
existentes, Ecuador busca tratar sus aguas residuales
mitigando los daños ambientales y con ello mejorar la
calidad de vida de sus habitantes. En cuanto a sus aguas
residuales provenientes de hospitales, centros de salud y
similares requieren de tratamientos específicos debido a los
agentes químicos que en estas se producen. El agua
proveniente de los hogares e industrias se descargan en el
sistema de alcantarillado público para un tratamiento y
posterior su vertido en cuencas hidráulicas. Las aguas
residuales de zonas hospitalarias, el Ministerio de Salud
Pública, Ministerio del Ambiente, entre otros, exigen a los
centros de salud implementar una planta de tratamiento en
cada establecimiento (León. J., Godoy. S., & Miguez. R.,
2023).
Los indicadores ODS de agua a nivel nacional, saneamiento
e higiene en Ecuador En Ecuador de acuerdo con la base de
datos de Secretaría Nacional del Agua y ENEMDU 2016, EL
92.2% tienen acceso a una fuente de agua adecuada, el 70.1%
cuentan con suministro seguro. En cuanto para los ODM el
agua entubada tiene una cobertura de 81.6%. para el
saneamiento el 95.5% de los servicios de saneamiento al
mejorado y 85.5% de la población poseen instalaciones para
lavarse las manos ( Indicadores ODS de agua, saneamiento
e higiene en Ecuador, 2016).
Las platas de tratamiento de aguas residuales han sido
motivo de estudio en los últimos años, debido a la
importancia que estas tienen en la situación ecológica y
ambiental. El incremento de población está directamente
relacionado con el uso doméstico, agrícola, industrial y
pluvial (Rueda, F. V., Guarín, A. F. M., & Pramparo, L. M.,
2019).
Las aguas residuales son evacuadas mediante un sistema de
redes hacia Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales
(PTAR). La falta de tratamiento adecuado genera problemas
por la acumulación de sólidos y materia orgánica en las
PTAR, lo cual incide en un incremento de operaciones y por
ende costo de operaciones, por lo expuesto anteriormente es
necesario evaluar el estado de las infraestructuras, su
funcionamiento y que cumplan con la normativa legal
ambiental (González, M. R. M., & Calero, J. M. G., 2022) y
(Echeverría, I., Escalante, C., Saavedra, O., Escalera, R.,
Heredia, G., & Montoya, R., 2021).
La Planta de Tratamiento de este trabajo de investigación
está ubicado en la Parroquia El Corazón. La población de
este lugar se dedica principalmente a la agricultura y a la
producción de panela, aguardiente, entre otros; los cuales son
comercializados a varias provincias del Ecuador. Las
actividades diarias generan considerables cantidades de agua
residual que contienen contaminantes los cuales afectan a la
salud de las personas y el medio ambiente (ACURED, 2021).
Una PTAR debe encontrarse en óptimas condiciones y
contar con una infraestructura de calidad y el proceso de
tratamiento que en esta se desarrolle debe remover en su
totalidad los diversos constituyentes del agua residual ya sea
sus componentes físicos, químicos y biológicos. Por lo tanto,
si la plata no es capaz de tratar el caudal para el que fue
diseñada, puede provocar el colapso de esta y aumentar el
índice de contaminación (Eddy, M. A., Tchobanoglous, G.,
Burton, F. L., & Cajigas, 1995). De ahí la importancia de
monitorear y dar mantenimiento a las PTAR y poder
garantizar el adecuado tratamiento de las aguas residuales y
mejorar la calidad de vida de la población (Reynolds, 2002).