1. Introducción
Las enfermedades ocupacionales representan un desafío
significativo a nivel mundial debido a su impacto duradero
en los individuos expuestos a entornos de trabajo no
adecuados. Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), los riesgos laborales como los traumatismos, la
exposición a ruidos, los agentes carcinogénicos, las
partículas transportadas por el aire y los factores
ergonómicos constituyen una parte considerable de la carga
de morbilidad asociada a enfermedades crónicas. Se estima
que el 37% de los casos de dorsalgia, el 16% de la pérdida
de audición, el 13% de la enfermedad pulmonar obstructiva
crónica, el 11% del asma, el 8% de los traumatismos, el 9%
del cáncer de pulmón, el 2% de la leucemia y el 8% de la
depresión se atribuyen a estos riesgos ocupacionales (OMS,
2017).
En Ecuador, la situación no es diferente. Un estudio
realizado en una empresa pesquera de Manta reveló que el
100% de los encuestados experimentaron problemas
osteomusculares debido a sus actividades laborales. Las
zonas corporales más afectadas fueron los hombros
(81.63%), el cuello (61.22%) y la espalda alta (73.46%).
Estos porcentajes reflejan la prevalencia de síntomas
osteomusculares en el personal de la empresa, destacando la
necesidad urgente de abordar las condiciones laborales y de
salud para garantizar un entorno más seguro y saludable.
En el contexto científico, la ergonomía se ha consolidado
como una disciplina esencial para la optimización de las
condiciones de trabajo y la mejora del bienestar y
rendimiento de los trabajadores. La ergonomía se centra en
el estudio de la interacción entre las personas y los elementos
de un sistema de trabajo, aplicando principios teóricos y
métodos de diseño para optimizar el desempeño humano y la
eficiencia del sistema (IEA, 2000). Estrada (2015) subraya
que la ergonomía no solo se limita a la prevención de
enfermedades laborales, sino que también contribuye a la
mejora de la productividad y la eficiencia en los procesos
industriales. Entre sus objetivos principales se encuentran la
reducción del ausentismo, la disminución de generadores de
fatiga, la mejora de las condiciones de trabajo y el
incremento de la productividad.
La evidencia científica respalda la efectividad de las
intervenciones ergonómicas en diversos sectores
industriales. Por ejemplo, Valdés (2021) identificó los
riesgos ergonómicos en las tareas de descarga de lanchas y
propuso soluciones para mejorar el bienestar y rendimiento
de los trabajadores. Briceño y George (2020) realizaron un
análisis ergonómico en una empresa pesquera, enfocándose
en la prevención de lesiones en el área de viseado mediante
el uso de herramientas como REBA e IPERC. Estos estudios
destacan la importancia de implementar medidas
ergonómicas adecuadas para prevenir lesiones y mejorar la
productividad.
La investigación ergonómica en el ámbito pesquero ha
demostrado ser crucial para la identificación y mitigación de
riesgos laborales. En su estudio, Chauca y Díaz (2019)
llevaron a cabo un análisis ergonómico en el área de descarga
de embarcaciones, utilizando un enfoque preexperimental y
métodos de evaluación como el Check List basado en la
norma ISO 11228-3 y el método REBA. Los resultados
indicaron la necesidad de rediseñar tareas y mejorar las
condiciones ergonómicas para incrementar la productividad.
De manera similar, Guerra y Ramírez (2019) desarrollaron
un programa ergonómico en la planta de la empresa pesquera
Cantabria S.A., logrando una reducción significativa de
riesgos disergonómicos y un aumento en la productividad.
A pesar de la importancia crítica de la ergonomía, muchas
empresas muestran una preocupación insuficiente por las
condiciones de trabajo de sus empleados. Esto es
especialmente evidente en sectores como el pesquero, donde
los trabajadores a menudo enfrentan condiciones laborales
exigentes que pueden llevar a lesiones musculoesqueléticas
derivadas de tareas repetitivas, levantamiento de cargas
pesadas y posturas inadecuadas. Estas condiciones no solo
afectan la salud de los trabajadores, sino que también
impactan negativamente en la eficiencia y productividad de
la empresa, generando un aumento en los costos asociados a
la atención médica y compensación laboral (Ortecho, 2021).
La hipótesis central de esta investigación plantea que la
implementación de mejoras ergonómicas en los puestos de
trabajo del área de enlatado de una empresa pesquera puede
reducir significativamente la incidencia de riesgos
ergonómicos y mejorar la productividad de los trabajadores.
Esta hipótesis se basa en trabajos previos que han
demostrado la efectividad de intervenciones ergonómicas en
diversos sectores industriales. Por ejemplo, Guerrero y
Jiménez (2021) documentaron mejoras ergonómicas que
incrementaron la productividad en la línea de producción de
pota en una empresa pesquera. Asimismo, Guerra y Ramírez
(2019) desarrollaron un programa ergonómico que mejoró el
desempeño de los trabajadores de planta en otra empresa
pesquera.
El presente estudio se enmarca en un enfoque cuantitativo,
no experimental y bibliográfico, con el objetivo de realizar
un diagnóstico exhaustivo que identifique potenciales
riesgos para la salud derivados de problemas ergonómicos
inherentes a las actividades desempeñadas en cada puesto de
trabajo. Este enfoque permite observar los fenómenos en su
entorno natural, proporcionando un análisis detallado sin
manipulación deliberada de variables (Agudelo & Aigneren,
2008).
El objetivo general de esta investigación realizar una
evaluación ergonómica de los puestos de trabajo en el área
de enlatado de una empresa pesquera, con el propósito de
identificar y reducir el nivel de riesgo ergonómico
relacionadas con condiciones ergonómicas deficientes. Este