1. Introducción
Desde tiempos primitivos, la piedra natural ha sido un
recurso fundamental para las sociedades humanas. Su
abundancia, durabilidad y capacidad de ofrecer protección la
convirtieron en un material esencial para la vida en
comunidad. La piedra se utilizaba principalmente en la
construcción de refugios y estructuras básicas, que ofrecían
resguardo frente al clima y a los depredadores. Estos refugios
no solo brindaban seguridad física, sino que también
funcionaban como centros de actividad social y cultural,
desempeñando un papel clave en el desarrollo de las
primeras sociedades humanas.
La piedra, además de su utilización en el patrimonio
construido, desempeñó un papel fundamental como material
base para el desarrollo de diversos elementos empleados en
la vida cotidiana, tales como armas defensivas, anzuelos,
ornamentos y arte funerario, entre otros. A partir de los 2
millones de años atrás se tenía los primeros utensilios líticos,
los mismo eran muy pesados, sin embargo, en el Paleolítico
inferior fueron perfeccionados. Mientras que, en el
Neolítico, fueron construidas las primeras estructuras de
piedad, de tipo funerario (Fort, 2009).
En las primeras civilizaciones mesopotámicas, la piedra se
utilizó ampliamente para la construcción de palacios,
templos y otras edificaciones. Ante la escasez de madera y
otros materiales en la región, la piedra se consolidó como un
recurso esencial para levantar estructuras monumentales y
duraderas que simbolizaran el poder y la riqueza de la élite
gobernante.
En Ecuador, particularmente, el uso de la piedra ha tenido un
rol destacado desde tiempos precolombinos, especialmente
en las provincias de Azuay y Cañar. Estos territorios fueron
habitados durante el período de integración por los cañaris y,
a mediados del siglo XV, los incas dominaron la región.
La arquitectura inca se caracterizaba por su notable
aplicación en la construcción de templos, fortalezas, caminos
y otros edificios emblemáticos. Para lograrlo, desarrollaron
técnicas avanzadas de ensamblaje que les permitieron erigir
estructuras duraderas y resistentes a sismos, utilizando
bloques de piedra de gran tamaño que encajaban de manera
precisa, sin necesidad de mortero (Aguirre et al., 2022).
Además, los incas perfeccionaron técnicas precisas para el
tallado y ensamblaje de las piedras, lo que resultó en
construcciones impresionantes y robustas. Este proceso
involucraba el uso de diversas herramientas y métodos
empleados por los canteros, incluyendo técnicas de
percusión y abrasión para dar forma a los bloques de piedra
(Naranjo et al., 2025).
Con la llegada de los españoles en 1540, se introdujeron
nuevas técnicas de construcción que transformaron la
arquitectura de la región (Jamieson, 2003). Al igual que otros
pueblos, los habitantes locales aprovecharon los materiales
naturales, como la piedra, debido a su durabilidad, lo que
facilitó la creación de una variedad de asentamientos y
estilos arquitectónicos (Lambourn, 2006; Basu et al., 2020).
A lo largo de la historia, la piedra se ha consolidado como
un elemento fundamental en la construcción de edificaciones
patrimoniales, dando lugar a monumentales iglesias y
extendiéndose también a la arquitectura civil, donde se
erigieron viviendas de menor escala. Además, la piedra ha
desempeñado un papel crucial en la producción de artesanías
en aquellas regiones donde este recurso es abundante.
2. Metodología
La metodología empleada para el presente estudio referente
a la patología de la piedra, se deriva en la clasificación de
unidades ambientales, indicios previos de alteración de la
piedra y observaciones de campo.
Se llevó a cabo la búsqueda de fuentes bibliográficas que
proporcionan diversas clasificaciones de los signos de
alteración en la piedra, examinándose de manera objetiva los
conceptos y definiciones. Las diversas posiciones que
determinan la nueva propuesta son criticadas
científicamente, adoptando criterios propios acorde a las
condiciones particulares del lugar.
Las evaluaciones contemplan normativas y documentos
actuales, en el que se notó una amplia variedad de
indicadores de deterioro y variabilidad de términos,
agrupados de forma organizada. El análisis se realizó de
manera visual que se complementó con estudios in situ.
3. Resultados
3.1 El uso de la piedra en el patrimonio existente en
Azogues, Cañar.
El uso de la piedra se manifiesta claramente en el territorio
de Azogues - Cañar, especialmente en las edificaciones de
carácter religioso, donde destaca en las fachadas principales.
Entre estas construcciones se encuentran la Catedral de
Azogues y la Iglesia de San Francisco, así como la cercana
Iglesia de Biblián. A partir del siglo XVIII, la ciudad de
Azogues experimentó una creciente demanda de piedra, lo
que llevó a la necesidad de establecer numerosas canteras en
la región (Achig & Paredes, 2001).
El uso de la piedra en el patrimonio existente en
Cojitambo, Cañar.